miércoles, febrero 18, 2009

Trash


De Kooning

CRUZ INSURRECTA

Oimos la lepra. El timbre marca la llegada de los enfermos
Dentro, fuman sin fin las finas venas de sus amantes
Alguien intenta arrancar a cantar. No se atreve.

Ayer, un leproso estallo y beso a todos los miembros de la reunion.

Su beso, era el beso de las raices de papel, y los mosquitos transfugas
Un beso tan poco consistente como su carne.

Alguien lloro, gimoteando que se le iba a caer la cabeza
Bailaron, y se convencio de que estaba trazado en el universo
Y solo los agujeros negros podrian borrar su negra historia
Era un tango conocido, el tango que soñaban cuando les pinchaban profundo y mal
Ciertamente los agujeros han cambiado la musica
Tango es ahora una boca que traga a los que creyeron dejar los hospitales y el algodón atrás
Atrás como la carne que las cruces no quisieron devorar ya jamas.

jueves, febrero 12, 2009

De una Peste deseada [Forunculo nº1]


Alfred Kubin


CUANDO DIGO CEREBRO, QUIERO DECIR...

No a la magia blanca que me abraza las caderas.

Beso los hechizos de los mahories, las crias vudus,
y los exaltados cazadores que pintan sus presas
y las nombran despues.

Una vez cazada la bestia de los apetitos, la
negra Maba con su negro Caput, dan vueltas
negras por el suelo. A el, erguido como un
humano digno, le cuelgan las pelotas, y el pene
se le agita con gracia vegetal.

Ella se encarama a un arbol, y cierra la sombra
de sus pechos en el atardecer. Abajo, sujetos
por las raices del arbol milenario, plantado en
la vispera, Angdagma, Sepel y Margko, salivan
por el dulce agujero de Maba.

Pero la noche es larga, y el semen corto.
Caput los llama con una patada en el culo, y encienden
una hoguera de ron y sangre.

Anochece en la selva, los tribales sueñan. Maba
tiene un bombon en el utero, Caput dice ironico,
en sueños, “¡Caput!”.


Yo no vivo en la selva. Quisiera hacerlo.
Comer arboles, sexualizar el verde.

Vivir frente al fuego, entre conexiones neuronales
de magia simpatica.

Por la Peste y en la Peste.

domingo, febrero 01, 2009

Cruz insurrecta

Edward Weston

ESCORPION

Los hombres que dicen tener un alma grande, son religiosos,
o las dianas de tiro de los criticos literarios.

Nadie en el desierto intentara desenterrar a un desalmado, con
el costado rojizo.